Las principales fuentes de información que
existen en nuestros días para conocer las características demográficas
de España son:
Registro civil: Creado en la segunda mitad del siglo XIX, proporciona datos sobre los nacimientos, defunciones y matrimonios.
Censos: Se elaboran cada diez años
por parte de los servicios estadísticos del Estado sobre toda la
población del país y proporcionan una gran cantidad de de datos
(edad, sexo, estado civil, nivel de estudios). En España no se hizo hasta 1857, aunque hubo otros precedentes de
recuento demográfico como el censo de la población de las provincias y
partidas de la corona de Castilla en 1591 con finalidad muy diferente al
actual, era de tipo fiscal y militar.
Padrones: Se elaboran por parte de
los ayuntamientos y, aunque ofrece menos datos que el censo, su gran
ventaja es su inmediatez, ya que se actualiza de manera constante,
recogiendo así los nacimientos, defunciones, movimientos migratorios o
cambios de residencia que afecta al municipio. Su carácter dinámico
permite contemplar la evolución de la población prácticamente en
tiempo real.
Vídeo elaborado por el INE en el que nos explica algunas de estas preguntas e información sobre la población en España.
Nomenclátor: Es una relación de entidades de población que tienen los municipios,
forma parte del censo, constituye una de sus publicaciones que recoge
pedanías, villas y aldeas que dependen de un municipio. Se incluye el
nombre y categoría de esa entidad, también figura su origen y características como la distancia
al centro del que depende, altitud, superficie en km² y la población de
hecho y derecho.
Anuarios estadísticos: Recopilan datos demográficos y sociales que normalmente tienen
referencias al resultado de los censos, seleccionan datos del censo y
los publican.
Encuestas: La más destacada es la Encuesta de Población Activa (EPA).
De la información suministrada por los censos podemos observar como hemos cambiado en términos demográficos en España en los últimos 150 años.
Por otra parte en el pasado se utilizaron otras fuentes (en la Edad Media se utilizaban los libros de Fuegos). A partir del siglo XVI se van a utilizar los registros parroquiales.
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