La Bastilla era una poderosa fortaleza que dominaba los barrios populares del este de París, símbolo de la autoridad arbitraria de la monarquía absoluta. En su origen se construyó como una fortificación contra los ingleses durante la Guerra de los Cien Años, pero Richelieu la convirtió en prisión del Estado. Entre sus paredes pasaron algún tiempo personajes famosos como el escritor Voltaire, que escribió allí su tragedia Edipo, el marqués de Sade, y Diderot, colaborador de La Enciclopedia.
El 14 de julio de 1789 miles de trabajadores parisinos armados tomaron el edificio, que por entonces sólo custodiaba a siete prisioneros. Fue el primer paso hacia la Revolución francesa, que ya no se detendría hasta acabar con la monarquía francesa y conducir al rey, Luis XVI, y a su familia a la guillotina.
Cuatro días más tarde el médico inglés Edward Regby, que estaba en París durante los acontecimientos, escribía en una carta "Yo mismo he sido testigo de esta Revolución que es, tal vez, la más notable que se haya llevado a cabo un día en la sociedad humana. El pueblo, grande y sabio, condujo la lucha por los derechos y la liberad de la humanidad".
Cuatro días más tarde el médico inglés Edward Regby, que estaba en París durante los acontecimientos, escribía en una carta "Yo mismo he sido testigo de esta Revolución que es, tal vez, la más notable que se haya llevado a cabo un día en la sociedad humana. El pueblo, grande y sabio, condujo la lucha por los derechos y la liberad de la humanidad".
Alejandro S4A
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